Coma
Signo de
puntuación (,) que indica normalmente la existencia de una pausa breve dentro
de un enunciado. Se escribe pegada a la palabra o el signo que la precede y
separada por un espacio de la palabra o el signo que la sigue. No siempre su
presencia responde a la necesidad de realizar una pausa en la lectura y,
viceversa, existen en la lectura pausas breves que no deben marcarse
gráficamente mediante comas. Aunque en algunos casos el usar la coma en un
determinado lugar del enunciado puede depender del gusto o de la intención de
quien escribe, existen comas de presencia obligatoria en un escrito para que
este pueda ser correctamente leído e interpretado. A continuación se exponen
los usos normativos de la coma.
1. Usos lingüísticos
1.1. Para
delimitar incisos. Deben utilizarse dos comas, una delante del comienzo del
inciso y otra al final. En este caso, la coma sí indica pausa y el inciso se
lee en un tono más grave que el del resto del enunciado. La mayor parte de las
veces puede alternar, en este uso, con la raya (→ raya) y con los paréntesis (→
paréntesis, 2a). Los incisos pueden ser:
1.1.1.
Aposiciones explicativas: Cuando llegó Adrián, el marido de mi hermana, todo se
aclaró.
1.1.2.
Adjetivos explicativos pospuestos al sustantivo u oraciones adjetivas
explicativas: Los soldados, cansados, volvieron al campamento con dos horas de
retraso (se explica que los soldados estaban cansados, de ahí que se
retrasaran); o La casa, que está al borde del mar, es muy luminosa (se explica
que la casa de la que se habla está al borde del mar). Por el contrario, si el
adjetivo o la oración adjetiva tienen función especificativa, no se escriben
entre comas: Los soldados cansados volvieron al campamento con dos horas de
retraso (se especifica que, del total de los soldados, algunos, los que estaban
cansados, llegaron con retraso); o La casa que está al borde del mar es muy
luminosa (se especifica que, de entre todas las casas que hay en una zona
determinada, se habla de la que está situada al borde del mar).
1.1.3.
Expresiones u oraciones de carácter accesorio, sin vinculación sintáctica con
los elementos del enunciado en el que se insertan: Tus rosquillas, ¡qué
delicia!, son las mejores que he probado en mi vida; Se presentó a comer, dime
tú si no es para matarlo, con diez amigotes y sin avisar.
1.1.4.
Cualquier otra clase de comentario, explicación o precisión a algo dicho: Toda
mi familia, incluido mi hermano, estaba de acuerdo; El buen gobernante, según
sostenía un célebre político, debe estar siempre preparado para abandonar el
poder.
1.2. Para
separar o aislar elementos u oraciones dentro de un mismo enunciado
1.2.1. La
coma separa los elementos de una enumeración, siempre que estos no sean
complejos y ya contengan comas en su expresión, pues, en ese caso, se utiliza
el punto y coma (→ punto y coma, 3a): Ayer me compré dos camisas, un pantalón,
una chaqueta y dos pares de zapatos.
Cuando la
enumeración es completa o exhaustiva, el último elemento va introducido por una
conjunción (y, e, o, u, ni), delante de la cual no debe escribirse coma:
Es un chico
muy reservado, estudioso y de buena familia.
No le gustan
las manzanas, las peras ni los plátanos.
¿Quieres té,
café o manzanilla?
Si la
enumeración es incompleta y se escogen solo algunos elementos representativos,
no se escribe conjunción alguna ante el último término, sino coma. La
enumeración puede cerrarse con etcétera (o su abreviatura etc.), con puntos
suspensivos (→ puntos suspensivos, 2g) o, en usos expresivos, simplemente con
punto:
Acudió toda
la familia: abuelos, padres, hijos, cuñados, etc.
Estamos
amueblando el salón; hemos comprado el sofá, las alfombras, la lámpara...
Todo en el
valle transmite paz: los pájaros, el clima, el silencio.
1.2.2. Se
separan mediante comas los miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un
mismo enunciado. Al igual que en el caso anterior, si el último de los miembros
va introducido por una conjunción (y, e, o, u, ni), no se escribe coma delante
de esta:
Llegué, vi,
vencí.
Estaba
preocupado por su familia, por su trabajo, por su salud.
No te vayas
sin correr las cortinas, cerrar las ventanas, apagar la luz y echar la llave.
No obstante,
existen casos en que la conjunción sí puede ir precedida de coma (→ 2).
1.2.3. Se
aíslan entre comas los sustantivos que funcionan como vocativos, esto es, que
sirven para llamar o nombrar al interlocutor: Javier, no quiero que salgas tan
tarde; Has de saber, muchacho, que tu padre era un gran amigo mío; Venid aquí
inmediatamente, niños. Cuando los enunciados son muy breves, se escribe
igualmente coma, aunque esta no refleje pausa alguna en la lectura: No, señor;
Sí, mujer.
1.2.4. Se
escriben entre comas las interjecciones o locuciones interjectivas: Bah, no te
preocupes; No sé, ¡ay de mí!, cuánto tiempo más voy a poder soportarlo.
1.2.5. Se
escribe coma para separar el sujeto de los complementos verbales cuando el
verbo está elidido por haber sido mencionado con anterioridad o estar
sobrentendido:
Su hijo
mayor es rubio; el pequeño, moreno.
Los que no
tengan invitación, por aquella puerta.
Nueve por
tres, veintisiete.
1.2.6. Se
escribe coma delante de cada una de las oraciones o elementos coordinados
encabezados por adverbios correlativos que funcionan como conjunciones
distributivas o disyuntivas, como bien..., bien...; ora..., ora...; ya...,
ya...: Organizaremos la fiesta, bien en tu casa, bien en la mía; «Medio
atarantado dentro del huevo de metal, ora oliéndose a sí mismo, ora las exudaciones
de las láminas» (Fuentes Cristóbal [Méx. 1987]); «Habrá quienes estén de
acuerdo con el jeque Abdula, ya porque se quieran ir al desierto con él, ya
porque compartan su pesimismo sobre el futuro» (Schwartz Conspiración [Esp.
1982]).
También se
escribe coma delante de la correlación disyuntiva o bien..., o bien (a veces,
uno de los dos términos se encabeza simplemente con o): «Al dar la pelota en
uno de los nervios del lomo de la piel holandesa, o bien rebotaba tan fulmínea,
o bien perdía su elasticidad» (Lezama Paradiso [Cuba 1966]); «Los adultos,
[...] a partir de cierta edad, o bien tenían los síntomas sin las enfermedades,
o algo peor: enfermedades graves con síntomas de otras inofensivas» (GaMárquez
Amor [Col. 1985]).
Se separan
por comas las oraciones yuxtapuestas de sentido distributivo: Unos se ganaban
la vida cazando, otros pescando, los más cultivando los campos; también las
expresiones correlativas que reproducen un mismo esquema gramatical, propias de
dichos populares o fórmulas fijas: Hecha la ley, hecha la trampa; Ojo por ojo,
diente por diente.
1.2.7. Es
conveniente escribir coma delante de excepto, salvo y menos: «Todo me irrita,
excepto la soledad» (Millás Desorden [Esp. 1988]); «Cristina siempre estaba a
mano, salvo cuando se daba una comilona de ratones» (Rossi María [C. Rica
1985]); «Los pobres lo perdonan todo, menos el fracaso» (Sepúlveda Viejo [Chile
1989]).
1.2.8. Se
escribe coma delante de las conjunciones o locuciones conjuntivas que unen las
oraciones incluidas en una oración compuesta, en los casos siguientes:
a) Ante
oraciones coordinadas adversativas introducidas por pero, mas, aunque, sino
(que): Hazlo si quieres, pero luego no digas que no te lo advertí.
b) Ante
oraciones consecutivas introducidas por conque, así que, de manera que, etc.:
Prometiste acompañarla, así que ahora no te hagas el remolón.
c) Ante
oraciones causales lógicas o explicativas, también llamadas «de la
enunciación»: Ha llovido, porque está el suelo mojado. Por el contrario, las
causales puras o reales, también llamadas «del enunciado», no se introducen
mediante coma: El suelo está mojado porque ha llovido. La diferencia entre un
tipo de causales y otro es que las causales propiamente dichas expresan la
causa real del hecho enunciado en la principal (El suelo está mojado porque ha
llovido: la lluvia es la causa real de que el suelo esté mojado), mientras que
las lógicas o explicativas no introducen la causa real de lo expresado en la
oración principal, sino el hecho que permite al que habla afirmar o enunciar la
oración principal (Ha llovido, porque está el suelo mojado: lo que me lleva a
afirmar que ha llovido es que el suelo está mojado).
1.2.9. Se
escribe coma para separar los dos términos de la construcción copulativa
intensiva no solo..., sino (también)...: Sus palabras fueron consideradas
ofensivas no solo por mí, sino (también) por todos los presentes.
1.2.10.
Cuando se invierte el orden regular de las partes de un enunciado, anteponiendo
al verbo elementos que suelen ir pospuestos, se escribe coma detrás del bloque
anticipado en los casos siguientes:
a) En las
oraciones simples, cuando los complementos circunstanciales preceden al verbo,
salvo que sean muy cortos: En aquellos calurosos días de principios del verano
pasado, la convivencia era idílica (pero En casa no puedo estudiar). Cuando
otros complementos verbales (directos, indirectos, complementos de régimen,
etc.) anticipan su aparición, no debe escribirse coma cuando la intención es
destacar o enfatizar el elemento anticipado: Vergüenza debería darte; Muy
contento estás tú. Sin embargo, cuando el elemento anticipado simplemente
expresa el tema del que se va a decir algo, la coma es opcional: De dinero, no
hablamos nunca / De dinero no hablamos nunca; Carne, no suelo comer mucha /
Carne no suelo comer mucha. En este último caso, la presencia de la coma es más
conveniente cuanto más largo es el fragmento anticipado: La costumbre de hacer
regalos a los niños cuando terminan las clases, nunca la hemos seguido en mi
casa.
b) En las
oraciones compuestas, cuando la subordinada adverbial precede a la principal:
Si vas a llegar tarde, no dejes de avisarme; Aunque no lo creas, es verdad;
Antes de entrar, dejen salir; Dicho esto, el diputado bajó del estrado. También
en estos casos, si la subordinada es muy breve, puede prescindirse de la coma:
Si lo sé no vengo.
1.2.11. Se
escribe coma detrás de determinados enlaces como esto es, es decir, a saber,
pues bien, ahora bien, en primer lugar, por un/otro lado, por una/otra parte,
en fin, por último, además, con todo, en tal caso, sin embargo, no obstante,
por el contrario, en cambio y otros similares, así como detrás de muchos
adverbios o locuciones adverbiales que modifican a toda la oración y no solo a
uno de sus elementos, como efectivamente, generalmente, naturalmente, por regla
general, etc.: Por lo tanto, los que no tengan invitación no podrán entrar al
recinto; no obstante, podrán seguir el acto a través de pantallas instaladas en
el exterior. Naturalmente, los invitados deben vestir de etiqueta. Si estas
expresiones van en medio de la oración, se escriben entre comas: Estas palabras
son sinónimas, es decir, significan lo mismo; los antónimos, en cambio, tienen
significados opuestos.
Cuando las
locuciones son de carácter anunciativo, es posible sustituir la coma por los
dos puntos si se desea realizar una pausa mayor, de intención enfática (→ dos
puntos, 1.7): Me voy ahora mismo de aquí; es más: no pienso volver nunca.
1.2.12. Se
escribe coma detrás de los complementos encabezados por locuciones preposicionales
de valor introductorio, del tipo en cuanto a, respecto de, con respecto a, en
relación con, con referencia a, a tenor de, etc.: En cuanto a ti, no quiero
volver a verte; A tenor de lo visto, no creo que cambie mucho la situación. De
la misma manera, se pone coma detrás de los elementos encabezados por
locuciones preposicionales o adverbiales de valor condicional, concesivo,
final, causal, etc.: En ese caso, nos quedaremos en casa; A pesar de todo,
conseguimos nuestro objetivo; Para eso, hubiera sido mejor que no hablaras; Aun
así, nadie te lo va a agradecer.
1.2.13. Se
escribe coma delante de una palabra que se acaba de mencionar cuando se repite
para introducir una explicación sobre ella: Se compró la mejor moto que había
en el mercado, moto que, a los pocos meses, acabó olvidada y polvorienta en el
garaje.
1.2.14. La
palabra etcétera (o su abreviatura etc.) se separa con coma del resto del
enunciado: «Los bailes populares como la sardana, la jota, etcétera, estaban
proscritos» (Mendoza Ciudad [Esp. 1986]); «Los bailes autóctonos, las
peregrinaciones, etc., perduran hasta nuestros días» (Leyva Piñata [Méx.
1984]).
1.2.15. Se
escriben entre comas los sobrenombres o seudónimos cuando se mencionan tras el
nombre verdadero: «Se celebra hoy el 150 aniversario de la muerte de Simón
Bolívar, el Libertador» (País [Esp.] 17.12.80); José Martínez Ruiz, Azorín,
perteneció a la generación del 98. Al contrario que estos, los sobrenombres que
no pueden utilizarse solos, sino que deben ir necesariamente acompañados del
nombre propio, se unen a este sin coma: Alfonso II el Casto, Guzmán el Bueno,
Lorenzo el Magnífico.
1.2.16. Es
conveniente escribir entre comas la mención del autor cuando se pospone al
título de la obra: La escultura El pensador, de August Rodin, es la más
conocida de su autor.
1.2.17. En
la datación de cartas y documentos, se escribe coma entre el lugar y la fecha:
Santiago, 8 de enero de 1999; En Cartagena, a 16 de marzo de 2000; o entre el
día de la semana y el del mes: Lunes, 23 de enero de 2002 (→ fecha, 6).
1.2.18. En
las direcciones, en España se escribe coma entre el nombre de la calle y el
número del inmueble: Calle del Sol, 34; Avenida de la Constitución, número 2.
1.2.19. Se
separan mediante coma el nombre de una colección y el número del volumen
correspondiente: Biblioteca de Autores Españoles, 24; Colección Melibea, 5.
1.2.20. Se
usa la coma para separar los componentes de un nombre o expresión cuando, para
integrarlos en una lista alfabética (bibliografía, índice, etc.), se ha
invertido el orden normal de sus elementos:
Bello,
Andrés: Gramática...
Cuervo,
Rufino José: Diccionario de construcción...
—
acentuación, reglas de
—
puntuación, signos de
1.3. Para
distinguir entre sentidos posibles de un mismo enunciado. Una misma secuencia
de palabras puede tener varios significados dependiendo de cómo esté puntuada:
Me he vestido, como me indicaron (me indicaron que me vistiera) / Me he vestido
como me indicaron (me indicaron cómo debía vestirme). Si no se coloca coma
detrás de mientras, esta palabra es conjunción: Mientras hizo lo que debía y
todo salió bien, no hubo problemas; si va seguida de una coma, es un adverbio
de tiempo: Mientras, hizo lo que debía y todo salió bien. Algo parecido ocurre
con luego, que puede ser adverbio (‘después, más tarde’): Yo no estuve allí
luego, me lo perdí; o conjunción consecutiva (‘así que, por lo tanto’): Yo no
estuve allí, luego me lo perdí. De la misma manera, el adverbio así pasa de ser
un conector oracional cuando va seguido de coma (‘entonces, por consiguiente’):
Así, no hubo quien lo convenciera, a ser un modificador verbal cuando no la
lleva (‘de esa manera’): Así no hubo quien lo convenciera.
2. Uso con las conjunciones copulativas y
disyuntivas
El uso de la
coma es incompatible con las conjunciones y, e, ni, o, u cuando este signo se
utiliza para separar elementos de una misma serie o miembros gramaticalmente
equivalentes dentro de un mismo enunciado (→ 1.2.1 y 1.2.2). Sin embargo, hay
otros casos en que no solo el uso conjunto de la coma y la conjunción es
admisible, sino necesario:
2.1. En una
relación compuesta de elementos complejos que se separan unos de otros por
punto y coma, delante de la conjunción que introduce el último de ellos se
escribe una coma (o también un punto y coma; → punto y coma, 3a): En el armario
colocó la vajilla; en el cajón, los cubiertos; en los estantes, los vasos, y
los alimentos, en la despensa.
2.2. Se
escribe coma delante de estas conjunciones cuando la secuencia que encabezan
enlaza con todo el predicado anterior, y no con el último de sus miembros
coordinados:
Pagó el
traje, el bolso y los zapatos, y salió de la tienda.
No sé si ir
de vacaciones a Francia o Italia, o quedarme en casa.
2.3. Cuando
se enlazan miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado,
si el último de ellos es semánticamente heterogéneo con respecto a los
anteriores (es decir, no introduce un elemento perteneciente a la misma serie o
enumeración), por indicar normalmente una conclusión o una consecuencia, se escribe
coma delante de la conjunción: Pintaron las paredes de la habitación, cambiaron
la disposición de los muebles, pusieron alfombras nuevas, y quedaron encantados
con el resultado.
2.4. Es
frecuente, aunque no obligatorio, que entre oraciones coordinadas se ponga coma
delante de la conjunción cuando la primera tiene cierta extensión y,
especialmente, cuando tienen sujetos distintos: La mujer salía de casa a la
misma hora todas las mañanas, y el agente seguía sus pasos sin levantar
sospechas; O vienes conmigo antes de que pierda la paciencia, o te quedas aquí
para siempre.
2.5. Cuando
la conjunción y tiene valor adversativo (equivalente a pero), puede ir
precedida de coma: Le aconsejé que no comprara esa casa, y no hizo caso.
2.6. Debe
escribirse coma delante o detrás de cualquiera de estas conjunciones si
inmediatamente antes o después hay un inciso o cualquier otro elemento que deba
ir aislado por comas del resto del enunciado: Mi abuelo, que era un gran
aficionado a la poesía, y el maestro del pueblo fundaron una revista literaria;
Puedes venir con nosotros o, por el contrario, quedarte en casa todo el día.
3. Usos incorrectos
3.1. Es
incorrecto escribir coma entre el sujeto y el verbo de una oración, incluso
cuando el sujeto está compuesto de varios elementos separados por comas: Mis
padres, mis tíos, mis abuelos, me felicitaron ayer. Cuando el sujeto es largo,
suele hacerse oralmente una pausa antes del comienzo del predicado, pero esta
pausa no debe marcarse gráficamente mediante coma: Los alumnos que no hayan
entregado el trabajo antes de la fecha fijada por el profesor || suspenderán la
asignatura.
Dos son las
excepciones a esta regla: cuando el sujeto es una enumeración que se cierra con
etcétera (o su abreviatura etc.) y cuando inmediatamente después del sujeto se
abre un inciso o aparece cualquiera de los elementos que se aíslan por comas
del resto del enunciado. En esos casos aparece necesariamente una coma delante
del verbo de la oración: El novio, los parientes, los invitados, etc., esperaban
ya la llegada de la novia; Mi hermano, como tú sabes, es un magnífico
deportista.
3.2. No debe
escribirse coma delante de la conjunción que cuando esta tiene sentido
consecutivo y va precedida, inmediatamente o no, de tan(to) o tal: «Dependían
tanto uno del otro que la confianza era imposible» (Saer Entenado [Arg. 1988]);
«La situación había llegado a tal punto que ya no era posible ocultarla»
(UPietri Visita [Ven. 1990]).
3.3. No se
escribe coma detrás de pero cuando precede a una oración interrogativa o
exclamativa: Pero ¿dónde vas a estas horas?; Pero ¡qué barbaridad!
3.4. El uso
de la coma tras las fórmulas de saludo en cartas y documentos es un anglicismo
ortográfico que debe evitarse; en español se emplean los dos puntos (→ dos
puntos, 1.4): Querido amigo, / Te escribo esta carta para comunicarte... Debe
ser: Querido amigo: / Te escribo esta carta para comunicarte...
4. Usos no lingüísticos
En las
expresiones numéricas escritas con cifras, la normativa internacional establece
el uso de la coma para separar la parte entera de la parte decimal. La coma
debe escribirse en la parte inferior del renglón, nunca en la parte superior: π
= 3,1416. Pero también se acepta el uso anglosajón del punto, normal en algunos
países hispanoamericanos (→ punto, 4.4): π = 3.1416.
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Punto y coma
1.
Signo de puntuación (;) que indica una pausa mayor que la marcada por la coma y
menor que la señalada por el punto. Se escribe pegado a la palabra o el signo
que lo precede, y separado por un espacio de la palabra o el signo que lo sigue.
La primera palabra que sigue al punto y coma debe escribirse siempre con
minúscula (la única excepción se da en obras de contenido lingüístico, en las
que es práctica común separar con este signo de puntuación los diferentes
ejemplos que se ofrecen, cada uno de los cuales, cuando se trata de enunciados
independientes, comienza, como es natural, con mayúscula; de este uso
excepcional y contrario a la norma que rige en la lengua general hay abundantes
ejemplos en esta misma obra).
2. El
punto y coma es, de todos los signos de puntuación, el que presenta un mayor
grado de subjetividad en su empleo, pues, en muchos casos, es posible optar, en
su lugar, por otro signo de puntuación, como el punto y seguido, los dos puntos
o la coma; pero esto no significa que el punto y coma sea un signo
prescindible.
3. Usos
a)
Para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones
complejas que incluyen comas:
Cada
grupo irá por un lado diferente: el primero, por la izquierda; el segundo, por
la derecha; el tercero, de frente.
Se
dieron cita el presidente ejecutivo, Francisco Ruiz; el consejero delegado,
Pedro García; el vocal, Antonio Sánchez; y el secretario general, Juan
González.
Cuando
el último elemento de la relación va precedido por una conjunción, delante de
esta puede usarse también la coma (→ coma2, 2.1).
b)
Para separar oraciones sintácticamente independientes entre las que existe una
estrecha relación semántica:
Era
necesario que el hospital permaneciese abierto toda la noche; hubo que establecer
turnos.
Todo el mundo a casa; ya no hay nada más que hacer.
En la
mayor parte de estos casos, se podría utilizar el punto y seguido. La elección
de uno u otro signo depende de la vinculación semántica que quien escribe
considera que existe entre los enunciados. Si el vínculo se estima débil, se
prefiere usar el punto y seguido; si se juzga más sólido, es conveniente optar
por el punto y coma. También se podrían usar los dos puntos, puesto que casi
siempre subyacen las mismas relaciones que expresan estos cuando conectan
oraciones (→ dos puntos, 1.8).
c) Se
escribe punto y coma delante de conectores de sentido adversativo, concesivo o
consecutivo, como pero, mas, aunque, sin embargo, por tanto, por consiguiente,
etc., cuando las oraciones que encabezan tienen cierta longitud: Los jugadores
se entrenaron intensamente durante todo el mes; sin embargo, los resultados no
fueron los que el entrenador esperaba.
Si el
período encabezado por la conjunción es corto, se usa la coma; y si tiene una
extensión considerable, es mejor utilizar el punto y seguido:
Vendrá,
pero tarde.
Este
año han sido muy escasos los días en que ha llovido desde que se sembraron los
campos. Por consiguiente, lo esperable es que haya malas cosechas y que los
agricultores se vean obligados a solicitar ayudas gubernamentales.
d) Se
pone punto y coma detrás de cada uno de los elementos de una lista o relación
cuando se escriben en líneas independientes y se inician con minúscula, salvo
detrás del último, que se cierra con punto:
Conjugaciones
en español:
—
verbos terminados en -ar (primera conjugación);
—
verbos terminados en -er (segunda conjugación);
—
verbos terminados en -ir (tercera conjugación).
4. El
plural del nombre punto y coma es invariable: Coloque las comas y los punto y coma
que considere necesarios en los siguientes enunciados. No obstante, siempre
puede recurrirse, para un plural inequívoco, a la anteposición del sustantivo
signos: Aquel texto estaba plagado de signos de punto y coma.
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Punto
1. Signo de puntuación (.) cuyo uso
principal es señalar gráficamente la pausa que marca el final de un enunciado
—que no sea interrogativo o exclamativo—, de un párrafo o de un texto. Se
escribe sin separación de la palabra que lo precede y separado por un espacio
de la palabra o el signo que lo sigue. La palabra que sigue al punto se escribe
siempre con inicial mayúscula.
2. Usos lingüísticos
2.1. Recibe distintos nombres, según
marque el final de un enunciado, un párrafo o un texto:
a) Si se escribe al final de un
enunciado y a continuación, en el mismo renglón, se inicia otro, se denomina
punto y seguido, nombre más lógico y recomendable que el también usual de punto
seguido. Si el punto y seguido coincide con el final de una línea, se comienza
a escribir en la siguiente con el mismo margen, sin sangrado inicial. El punto
y seguido es, pues, el que separa los enunciados que integran un párrafo.
b) Si se escribe al final de un
párrafo y el enunciado siguiente inicia un párrafo nuevo, se denomina punto y
aparte, aunque en algunas zonas de América se dice punto aparte. La primera
línea de cada párrafo debe tener un margen mayor que el resto de las líneas que
lo componen, es decir, ha de quedar sangrada. Ejemplo:
Estuvo rondando la casa varias horas,
silbando claves privadas, hasta que la proximidad del alba lo obligó a
regresar. En el cuarto de su madre, jugando con la hermanita recién nacida y
con una cara que se le caía de inocencia, encontró a José Arcadio.
Úrsula había cumplido apenas su reposo
de cuarenta días, cuando volvieron los gitanos. Eran los mismos saltimbanquis y
malabaristas que llevaron el hielo.
(García Márquez Cien Años de Soledad [Col. 1967]).
El punto y aparte es, pues, el que
separa dos párrafos distintos, que suelen desarrollar, dentro de la unidad del
texto, ideas o contenidos diferentes.
c) Si se escribe al final de un
escrito o de una división importante del texto, se denomina punto final. No es
correcta la denominación punto y final, creada por analogía de las correctas punto
y seguido y punto y aparte (→ a y b).
2.2. Se escribe punto detrás de las
abreviaturas, con muy pocas excepciones (→ abreviatura, 6d): Sra., Excmo., Ud.
Si la abreviatura incluye alguna letra volada, el punto se coloca delante de
esta: D.ª, 1.º.
2.3. Actualmente las siglas no llevan
puntos entre las letras que las componen (OTAN), salvo que formen parte de un
enunciado escrito todo él en mayúsculas (→ sigla, 5a).
3. Combinación con otros signos
3.1. El punto se escribirá siempre
detrás de las comillas, los paréntesis y las rayas de cierre: Dijo: «Tú y yo
hemos terminado». Tras estas palabras se marchó, dando un portazo. (Creo que
estaba muy enfadada). En la calle la esperaba Emilio —un buen amigo—. Este, al
verla llegar, sonrió.
3.2. No debe escribirse punto tras
los signos de cierre de interrogación o de exclamación, aunque con ellos
termine el enunciado; está, pues, incorrectamente puntuada la secuencia
siguiente: ¿Quieres darte prisa?. ¡Vamos a llegar tarde por tu culpa!. Pero ¿se
puede saber qué estás haciendo?. Solo debe escribirse punto si tras los signos
de interrogación o de exclamación hay paréntesis o comillas de cierre: Se puso
a gritar como un loco (¡vaya genio que tiene el amigo!).
Me preguntó muy serio: «¿De veras
puedo contar contigo?».
3.3. Si el punto de una abreviatura
coincide con el punto de cierre del enunciado, solo debe escribirse un punto,
nunca dos: A la boda fueron todos sus parientes: tíos, primos, sobrinos, etc.
Fueron en total ciento veinte invitados.
3.4. Nunca se escribe otro punto tras
los puntos suspensivos cuando estos cierran un enunciado: Le gusta todo tipo de
cine: negro, histórico, de aventuras... Es un cinéfilo empedernido.
4. Usos no lingüísticos
4.1. Para separar las horas de los
minutos cuando se expresa numéricamente la hora: 8.30 h, 12.00 h. Para ello se
usan también los dos puntos (→ dos puntos, 2.1).
4.2. Para separar, en la expresión
numérica de las fechas, las indicaciones de día, mes y año: 21.6.2000. Para
ello se usan también el guion o la barra (→ fecha, 2c).
4.3. Colocado a media altura entre
dos cantidades o expresiones matemáticas indica multiplicación: 5 · 4 = 20; 2 ·
(x + y) = 30. En este uso, se escribe entre espacios. Con este mismo fin es más
normal el uso del símbolo tradicional en forma de aspa (×).
4.4. En los números escritos con
cifras, la normativa internacional establece el uso de la coma para separar la
parte entera de la parte decimal: π = 3,1416 (→ coma2, 4); pero también se
acepta el uso del punto, propio de países de habla inglesa y extendido en
algunos países hispanoamericanos. El uso del punto como separador de la parte
entera y la decimal se ha generalizado para señalar la ubicación de las
emisoras de radio en el dial: Radio Intercontinental, 104.9.
5. Usos incorrectos
5.1. No debe escribirse punto tras
las unidades de millar en la expresión numérica de los años, ni en la
numeración de páginas, portales de vías urbanas y códigos postales, ni en los
números de artículos, decretos o leyes: año 1987; página 1150; avenida de Mayo,
1370; 28010 Madrid; Real Decreto 1099/1986.
5.2. Aunque todavía es práctica común
en los números escritos con cifras separar los millares, millones, etc.,
mediante un punto (o una coma, en los países en que se emplea el punto para
separar la parte entera de la decimal), la norma internacional establece que se
prescinda de él. Para facilitar la lectura de estos números, cuando constan de
más de cuatro cifras se recomienda separar estas mediante espacios por grupos
de tres, contando de derecha a izquierda: 52 345, 6 462 749. Esta recomendación
no debe aplicarse en documentos contables ni en ningún tipo de escrito en que
la separación arriesgue la seguridad. No se utiliza nunca esta separación, ni
tampoco el punto (→ 5.1), en la expresión numérica de los años, en la numeración
de páginas, portales de vías urbanas y códigos postales, ni en los números de
artículos, decretos o leyes.
5.3. A diferencia de las
abreviaturas, los símbolos no llevan punto (→ símbolo, 2a).
5.4. Nunca se escribe punto tras los
títulos y subtítulos de libros, artículos, capítulos, obras de arte, etc.,
cuando aparecen aislados y son el único texto del renglón:
Cien años de soledad
Tampoco llevan punto al final los
nombres de autor en cubiertas, portadas, prólogos, firmas de cartas y otros
documentos, o en cualquier otra ocasión en que aparezcan solos en un renglón.
Puntos suspensivos
1. Signo de puntuación formado por
tres puntos consecutivos (...) —y solo tres—, llamado así porque entre sus usos
principales está el de dejar en suspenso el discurso. Se escriben siempre
pegados a la palabra o el signo que los precede, y separados por un espacio de
la palabra o el signo que los sigue; pero si lo que sigue a los puntos
suspensivos es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. Si los
puntos suspensivos cierran el enunciado, la palabra siguiente debe escribirse
con mayúscula inicial: El caso es que si lloviese... Mejor no pensar en esa
posibilidad; pero si no cierran el enunciado y este continúa tras ellos, la
palabra que sigue se inicia con minúscula: Estoy pensando que... aceptaré; en
esta ocasión debo arriesgarme.
2. Usos
a) Para indicar la existencia en el
discurso de una pausa transitoria que expresa duda, temor, vacilación o
suspense: No sé si ir o si no ir... No sé qué hacer; Te llaman del hospital...
Espero que sean buenas noticias; Quería preguntarte... No sé..., bueno..., que
si quieres ir conmigo a la fiesta; Si yo te contara...
b) Para señalar la interrupción
voluntaria de un discurso cuyo final se da por conocido o sobrentendido por el
interlocutor: A pesar de que prepararon cuidadosamente la expedición, llevaron
materiales de primera y guías muy experimentados... Bueno, ya sabéis cómo acabó
la cosa. Es especialmente frecuente este uso cuando se reproduce un refrán o un
fragmento literario de sobra conocido: Más vale pájaro en mano..., así que
dámelo ahora mismo; Y en mitad de la fiesta, se subió a una mesa y comenzó a
recitar: «Con diez cañones por banda...».
c) Para evitar repetir la cita
completa del título largo de una obra que debe volver a mencionarse: La obra Yo
era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, de Rafael Alberti, está
llena de grandes aciertos. Los versos de Yo era un tonto... contienen algunos
de los mejores hallazgos expresivos del autor.
d) Para insinuar, evitando su
reproducción, expresiones o palabras malsonantes o inconvenientes: ¡Qué hijo
de... está hecho! A veces se colocan tras la letra inicial del término que se
insinúa: Vete a la m... No te aguanto más.
e) Cuando, por cualquier otro motivo,
se desea dejar el enunciado incompleto y en suspenso: Fue todo muy violento,
estuvo muy desagradable... No quiero seguir hablando de ello.
f) Sin valor de interrupción del
discurso, sino con intención enfática o expresiva, para alargar entonativamente
un texto: Ser... o no ser... Esa es la cuestión.
g) Al final de enumeraciones abiertas
o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera o su abreviatura:
Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música... Debe
evitarse, por redundante, la aparición conjunta de ambos elementos:
Puedes hacer lo que quieras: leer,
ver la televisión, oír música..., etc.
Puedes hacer lo que quieras: leer,
ver la televisión, oír música, etcétera...
h) Entre corchetes [...] (→ corchete,
2e) o entre paréntesis (...) (→ paréntesis, 2e), los puntos suspensivos indican
la supresión de una palabra o un fragmento en una cita textual: «Fui don
Quijote de la Mancha y soy agora [...] Alonso Quijano el Bueno» (Cervantes
Quijote II [Esp. 1615]).
Si se quiere dejar claro que la reproducción
de una cita textual no se hace desde el comienzo mismo del enunciado, es
posible escribir puntos suspensivos al inicio de la cita, sin paréntesis ni
corchetes, dejando un blanco de separación respecto de la palabra a la que
preceden: Al final de la obra, don Quijote pide «... un confesor que me
confiese y un escribano que haga mi testamento». Asimismo, cuando la
reproducción de la cita queda incompleta por su parte final, es posible
escribir puntos suspensivos, sin paréntesis ni corchetes y sin blanco de
separación con respecto al texto que antecede, para indicar que el enunciado
continúa más allá de la última palabra reproducida: Al final de la obra, don
Quijote pide «... un confesor que me confiese y un escribano que haga mi
testamento...», evidenciando la cordura que le asiste en sus últimos momentos.
3. Combinación con otros signos
a) Si los puntos suspensivos
finalizan el enunciado, no debe añadirse a ellos el punto de cierre (se
escribirán solo tres puntos): Me encanta esta casa. Es hermoso despertarse y
ver el sol, los árboles, la luz en las ventanas... Creo que volveré el año que
viene; pero si los puntos suspensivos van detrás de una abreviatura, se suma a
ellos el punto que la cierra, de modo que se escribirán cuatro puntos en total
(→ abreviatura, 6d): Algunas abreviaturas con tilde son pág., cód., admón....
b) Tras los puntos suspensivos sí
pueden colocarse otros signos de puntuación, como la coma, el punto y coma y
los dos puntos, sin dejar entre ambos signos ningún espacio de separación:
Cuando decidas los colores, las
telas, el tipo de mobiliario..., ven a verme y te haré el presupuesto.
Mañana traerán la mesa, las sillas,
los cuadros...; entonces sí parecerá una casa.
Pensándolo bien...: mejor que no se
presente.
c) Los puntos suspensivos se escriben
delante de los signos de cierre de interrogación o de exclamación si el
enunciado interrogativo o exclamativo está incompleto: ¡Si te dije que...! Es
inútil, nunca haces caso a nadie; si está completo, los puntos suspensivos se
escriben detrás, sin espacio de separación: ¿Me habrá traído los libros?...
Seguro que sí. Pueden darse casos en que se junten el punto de una abreviatura,
los tres puntos suspensivos y el de los signos de cierre de interrogación o de
exclamación: —¿Viste a ese Sr....? —Sí, el Sr. González estuvo aquí ayer.
Diccionario panhispánico de dudas
©2005
Real Academia Española © Todos los
derechos reservados
Uso
correcto de “que” y “de que”
Dequeísmo
El dequeísmo consiste en incluir la
preposición de antes de que, generalmente, detrás de verbos, cuando no
corresponde esa inclusión.
Me dijo que no llegaría a tiempo.
* Me dijo de que no llegaría a tiempo.
Pensó que no entenderíamos el problema.
* Pensó de que no entenderíamos el problema.
¿Qué fue lo que pensó?
Me
alegra que vuelvas a estudiar.
* Me
alegra de que vuelvas a estudiar.
Pero si digo:
Me alegro de que vuelvas a estudiar
¿De qué me alegro?
Ante la duda, se recomienda reemplazar la
construcción encabezada por que por los pronombres demostrativos eso o esto:
Me dijo esto, pensó esto.
Queísmo
El queísmo consiste en suprimir la
preposición de antes de que, generalmente, detrás de sustantivos o adjetivos,
cuando no corresponde esa supresión.
Nos dimos cuenta de que era un error.
* Nos dimos cuenta que era un error.
Ante la duda mejor hacer la pregunta:
¿De
qué nos dimos cuenta?
Estaba convencido de que iban a triunfar.
* Estaba convencido que iban a triunfar.
Tengo miedo de que no me escuchen.
¿De
qué tengo miedo?
* Tengo miedo que no me escuchen.
No se enteró de que conseguimos trabajo.
* No se enteró que conseguimos trabajo.
Se recomienda, nuevamente, reemplazar la
construcción encabezada por que por los pronombres demostrativos eso o esto:
Nos dimos cuenta de esto, estaba convencido
de esto.
A pesar de
que la construcción de que sigue generalmente a sustantivos o adjetivos y
la conjunción que, a verbos, hay varios verbos que exigen de que: acordarse,
alegrarse, encargarse, depender, olvidarse, preocuparse.
Verbos que aceptan tanto que como de que
Advertir: cuando significa “notar”,
“observar” o “recomendar” se construye sin
de; cuando significa “hacer notar”, con de obligatoria;
Avisar: cuando significa “comunicar algo” se
construye sin de; cuando significa
“prevenir de algo”, con de obligatoria;
Dudar: se puede utilizar con o sin ella, sin
variar el significado:
Dudamos que tenga éxito tu empresa.
Dudamos de que tenga éxito tu empresa.
Otros
ejemplos:
Opina (de)
que es mejor irse ahora. La pregunta
sería ¿Qué opina? La respuesta no lleva
de
Deber +
infinitivo se usa para expresar
obligación o necesidad: Debes tener
más cuidado. Con más o menos el mismo significado, se usa también en
algunos tiempos (ej. condicional) para expresar el deseo de que algo hubiera
ocurrido: ¡Deberíamos haber hecho lo que os dije! Ej.:
Alicia debe pagar sus multas
de tráfico.
Deber
de +
infinitivo significa haber indicio de lo que se expresa en infinitivo es cierto.
Se usa para expresar probabilidad; cuando no se está completamente seguro de
que lo que se dice es cierto: Deben de ser
las tres, más o menos. A estas horas debe de estar ya en casa. Alicia debe
de ser muy lista porque aprueba casi todo sin estudiar.
Ejemplos de uso: Haya (V. Haber) y
Halla (V. Hallar)
Incorrecto: Me
hayo en una situación increíble. Correcto: Me hallo en una situación increíble
(tal y como se ha comentado, "hayo" no existe, para empezar. Además,
podemos decir "Me encuentro...").
Incorrecto: No
creo que halla llegado ya. Correcto: No creo que haya llegado ya (el verbo va
seguido de un participio -llegado-, por lo que funciona como verbo auxiliar y
se trata, por lo tanto, del verbo haber).
Incorrecto:
Ojalá halla tiempo para todo. Correcto: Ojalá haya tiempo para todo (en este
caso, el verbo tiene el significado de "existir", no de
"encontrar". Aún cuando "Ojalá encuentre tiempo..." sea
correcto, el significado de la frase cambiaría).
Incorrecto: No
me gusta que halla que limpiarlo tanto. Correcto: No me gusta que haya que
limpiarlo tanto (el significado del verbo es "ser necesario", no de
"encontrar". No tendría ningún sentido decir "No me gusta que
encuentre que...").
Incorrecto: La
residencia de verano se haya en Valencia. Correcto: La residencia de verano se
halla en Valencia (el verbo tiene el significado de "encontrarse" y
podríamos decir "La residencia de verano se encuentra en Valencia"
sin cambio en el significado global de la frase).
Conectores gramaticales
En Lingüística, se denomina conector
a una palabra o un conjunto de palabras que une partes de un mensaje y
establece una relación lógica entre ellas. Permite la adecuada unión de los
enunciados en un texto. Los conectores pueden ser palabras, oraciones o
conjuntos de oraciones, por lo tanto unen desde lo más breve hasta lo más
extenso. Existen diferentes tipos de conectores como por ejemplo: aditivos,
opositivos, causativos, comparativos, reformulativos, ordenadores y
condicionales.
Aditivos: expresan suma de ideas: y, además,
también, asimismo, también, por añadidura, igualmente, encima, es más, más aún,
incluso, hasta, para colmo.
Opositivos: expresan diferentes relaciones de
contraste entre enunciados.
·
Concesión: con todo, a pesar de todo, aun así, ahora bien, de cualquier
modo, al mismo tiempo aunque, aún cuando, a pesar que, no bien, etc.
·
Restricción: pero, sin embargo, no obstante, en cierto modo, en cierta
medida, hasta cierto punto, si bien, por otra parte, aunque, sino, en cambio, al
contrario.
Causativos-Consecutivo: expresan relaciones de causa o consecuencia
entre los enunciados.
·
Consecutivos: por tanto, de ahí que, en consecuencia, así pues, por consiguiente, por lo tanto, por eso, por
lo que sigue, por esta razón, entonces, entonces resulta que, de manera que,
luego, así que, en ese sentido, de tal forma, además, enseguida, en efecto, o
sea, en otras palabras, por otro lado, por ejemplo, en pocas palabras, ya que.
·
Causales: porque, pues, puesto que, ya que, debido a que.
Comparativos: subrayan algún tipo de semejanza
entre los enunciados: del mismo modo, igualmente, análogamente, de modo
similar, como, así como, más… que, menos… que, igual… que, tan… como.
Reformulativos: indican que un enunciado posterior reproduce total o
parcialmente, bajo otra forma, lo expresado en uno o más enunciados anteriores.
·
Explicación: es decir, o sea, esto es, a saber, en otras palabras, Para
que, con el fin de que, con el propósito de que.
·
Recapitulación: en resumen, en resumidas cuentas, en suma, total, en una
palabra, en otras palabras, dicho de otro modo, en breve, en síntesis.
·
Ejemplificación: por ejemplo, así, así como, verbigracia, por ejemplo,
particularmente, específicamente,
incidentalmente, para ilustrar.
·
Corrección: mejor dicho, o sea, bueno.
Ordenadores: señalan las diferentes partes del
texto.
·
Comienzo de discurso: bueno, bien: ante todo, para comenzar, primeramente,
en primer lugar.
·
Cierre de discurso: en fin, por último, en suma, finalmente, terminando, para
resumir, para concluir, al final, en conclusión.
·
Transición: por otro lado, por otra parte, en otro orden de cosas, a continuación,
acto seguido, después.
·
Digresión: por cierto, a propósito, a todo esto.
Temporales: después (de), después (que), luego,
desde (que), desde (entonces), a partir de..., antes de, antes que, hasta que,
en cuanto, al principio, en el comienzo, inmediatamente, temporalmente,
actualmente, cuando, no bien, apenas, en cuanto que.
Espaciales: al lado, arriba, abajo, a la
izquierda, en el medio, en el fondo.
Condicionales: si, siempre que, en caso que,
mientras que, a no ser que, según, con tal que, sí, siempre y cuando.
Copulativos: y, ni, y también, no sólo…, sino
también.
Conectores
de certeza:
indudablemente, claro, es evidente, en realidad, como nadie ignora.
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